11/06/2025
¿Se olvida Dios de nosotros?
A veces leemos en la Biblia frases como 'Y se acordó Dios de Noé...' y nos preguntamos: ¿acaso Dios se había olvidado? Esta enseñanza busca dejar en claro, con base en la Escritura, que el Señor jamás se olvida de sus hijos. Su memoria no falla, su amor no cambia y su tiempo es perfecto
1. “Y se acordó Dios de Noé…” (Génesis 8:1)
📖 *Palabra hebrea original: “זָכַר” (zakar)*Esta palabra no solo significa recordar como quien se le viene algo a la mente, sino también ‘traer a la memoria con propósito de actuar’. En el contexto bíblico, cuando se dice que Dios ‘se acordó’ de alguien, significa que dirigió su atención hacia esa persona y decidió obrar a su favor. No es olvido, es el momento en que su fidelidad se manifiesta visiblemente.
No significa que Dios se olvidó de Noé y luego lo recordó como quien se acuerda de algo perdido. En la Biblia, 'acordarse' muchas veces implica 'actuar en favor de alguien'. Dios había estado presente todo el tiempo, preservando a Noé en el arca. Pero llegó el momento de intervenir y entonces la Escritura dice que 'se acordó'. Es lenguaje humano para describir un actuar divino.
2. Dios conoce cada estrella (Salmo 147:4-5)
“Él cuenta el número de las estrellas; a todas ellas llama por sus nombres. Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; su entendimiento es infinito.”Dios no se le escapa nada. Si conoce cada estrella por nombre, ¿cómo se le va a olvidar uno de sus hijos? El salmo no solo habla de conocimiento, sino de cuidado y grandeza. El entendimiento de Dios no tiene límites.
3. Dios no se olvida de sus hijos (Isaías 49:15)
“¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz...? Aunque ella se olvide, yo nunca me olvidaré de ti.”Este es uno de los pasajes más tiernos y contundentes de toda la Biblia. El amor de Dios supera incluso al de una madre. No hay olvido en Él. Hay fidelidad eterna.
4. Dios no es injusto para olvidar (Hebreos 6:10)
“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el amor que habéis mostrado hacia su nombre...”Cada oración, cada acto de fe, cada paso en obediencia es recordado por Dios. Nada queda en el olvido. El silencio de Dios nunca es olvido, es preparación para su intervención.
Conclusión
Dios no olvida. Aunque nuestra mente humana lo exprese así, la Palabra deja claro que Él actúa en su tiempo, con amor, fidelidad y memoria perfecta. Si hoy estás esperando que Dios 'se acuerde de ti', ten paz: Él nunca te ha olvidado. Solo espera el momento justo para obrar en tu vida.