07/09/2025
Una vida dedicada a la fe
San Carlos Acutis es el primer santo milenial. Nació en Londres el 3 de mayo de 1991 donde vivían por el trabajo de su padre y luego se trasladaron a Milán y después de hacer la comunión a los 7 años comenzó a dedicarse a la Iglesia. Fue famosa su frase: "La Eucaristía es mi camino al Cielo".
Trabajando con un estudiante de ingeniería informática en la página de la parroquia, aprendió a diseñar y crear páginas web y se apasionó tanto por esta actividad que en el verano de 2006 creó la página web de un proyecto de voluntariado en su colegio y colaboró en la página de la Academia Pontificia Cultorum Martyrum, a la que pertenecía su madre. Con su ordenador, también creó un plan para rezar el Rosario.
Mu**to por una leucemia agresiva
"Carlo era un adolescente bondadoso, alegre y jovial. No ocultaba su fe ni su amor por Jesús. Estaba deseoso de ayudar a sus compañeros necesitados, y en el barrio donde vivía, ayudaba a los pobres que mendigaban con su amistad y parte de su paga. Decía: estar siempre unido a Jesús, este es mi plan de vida", recordó Smeraro.
En octubre de 2006, le diagnosticaron una forma agresiva de leucemia. En cuestión de días, su salud empeoró y a los 15 años y 5 meses, el 12 de octubre de 2006, falleció. Su cuerpo se ha conservado en la Iglesia de la Spogliazione, en Asís, donde se exhibe para la veneración de numerosos fieles de todo el mundo.
Dos milagros inexplicados
La Congregación para las Causas de los Santos reconoció como milagro necesario para su beatificación la curación, considerada inexplicable por algunos expertos, ocurrida el 12 de octubre de 2013 en Campo Grande en Brasil, donde vivía un niño sudamericano nacido en 2010 con una malformación congénita del páncreas.
El segundo milagro para su canonización está relacionado con una mujer de Costa Rica, que en julio de 2022 peregrinó a la tumba de Acutis, en Asís, para rezar por la curación de su hija, que había sufrido un grave traumatismo craneal tras caerse de su bicicleta. El proceso de canonización del joven Carlo Acutis fue muy rápido, algo poco habitual.