11/06/2025
VENEZUELA DEJANDO SU ECONOMÍA DE PUERTOS A AUTOABASTECERSE EN UN PORCENTAJE IMPORTANTE
La soberanía alimentaria en Venezuela sigue exhibiendo un crecimiento sólido y sostenido en el primer semestre de 2025, a pesar del impacto de las 1.035 medidas coercitivas unilaterales que siguen cercenando la libertad económica, financiera y comercial de todos los sectores económicos y que, durante años, intentaron sembrar una catástrofe humanitaria en este país.
Las cifras actuales son muestra de una capacidad productiva y de abastecimiento interno sin precedentes en la última década, gracias al trabajo conjunto del pueblo venezolano, las comunidades, los productores, la articulación de los tres niveles de gobierno y el sector privado.
Según el balance oficial, los niveles de abastecimiento en las redes de comercialización y distribución alcanzaron un 98,4 % al cierre de mayo. Esta cobertura se considera óptima, de acuerdo con los parámetros técnicos de distribución y consumo.
Por su parte, los volúmenes de almacenamiento de alimentos, específicamente de materia prima, superan las 1.080.400 toneladas, con una capacidad de reserva para 59 días, en sintonía con los ciclos nacionales de producción agrícola.
En comparación con el mismo período de 2024, las importaciones de alimentos se han reducido en un 59 %, lo que evidencia una sustitución progresiva de productos importados por producción nacional, una de las principales directrices del presidente Nicolás Maduro en la búsqueda de romper con la dependencia de una economía que estuvo por décadas atada al rentismo petrolero.
A la par, el consumo promedio mensual de alimentos se ubicó en 726 mil toneladas, casi un 7,4 % superior al del año anterior, evidenciando un incremento sostenido de la calidad alimenticia de los venezolanos.
En este contexto, el Gobierno Bolivariano, tomando en cuenta estas experiencias, ha orientado nuevas líneas estratégicas para consolidar un modelo integral de producción y comercialización, denominado “agricultura regenerativa”, con el objetivo de producir alimentos más sanos para el pueblo y, eventualmente, exportables.
“Construyamos una metodología integral para la nueva agricultura regenerativa”, proponía el presidente Nicolás Maduro el pasado domingo, al presentar un esquema basado en la preparación del suelo, la gestión de semillas, la protección de cultivos y el mejoramiento agrícola, con respaldo técnico de la Alianza Campesino-Científica.
Acciones regionales
La articulación regional también se proyecta como un factor clave. En la primera reunión conjunta de Agricultura y Pesca del ALBA-TCP, del que Venezuela es parte, y que fue celebrada la semana pasada, los países miembros acordaron impulsar una flota pesquera común y establecer un sistema de certificación sanitaria regional.
Las medidas forman parte de un plan de integración agroalimentaria que incluye fondos de inversión, transferencia tecnológica y protocolos de agroecología adaptados a las condiciones de cada país, una propuesta aprobada en Caracas.
Reconocimientos
Desde 2023, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha reconocido los avances de Venezuela en materia de seguridad alimentaria, así como sus contribuciones a uno de los principales Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): la erradicación del hambre y la pobreza.
El entonces ministro de Agricultura Productiva y Tierras, Wilmar Castro Soteldo, indicó en esa oportunidad que el país pasó de un 12 % de abastecimiento en 2016, en la peor época de las sanciones, a cubrir casi la totalidad de la demanda nacional de consumo, tan solo siete años después. En esa oportunidad, la FAO y el gobierno venezolano firmaron un acuerdo de cooperación hasta 2026, enfocado en seguridad y soberanía alimentaria.
Jefe de Estado señaló que la nación latinoamericana se encamina hacia “una acumulación de fuerzas productivas que nos lleve a un big bang de la economía comunal».
Acciones locales
El Plan “Mi Clap es Productivo” refuerza otra estrategia desde el ámbito local. La iniciativa involucra a más de 18 mil Comités Locales de Abastecimiento y Producción, que se estructuran en torno a siete vértices: organización de la fuerza de trabajo, uso de tierras productivas, insumos, distribución, autosustentabilidad y seguimiento.
Se trata de un plan que busca consolidar una red comunal de producción alimentaria con fines de abastecimiento interno. La diversificación de la producción también alcanza al sector pesquero. El Gobierno ha puesto en marcha un Plan de Producción de Tilapia destinado a cubrir la demanda de proteína animal en el sistema CLAP. Además, se han iniciado exportaciones de productos como camarones, carne de res, carne de cerdo y frutas exóticas hacia mercados del Caribe, Medio Oriente y Europa, convirtiendo a Venezuela en un oferente regional de alimentos.
Con los años, el concepto de soberanía alimentaria ha ido reemplazando progresivamente al de seguridad alimentaria en Venezuela, gracias a un nuevo enfoque que busca fortalecer patrones tradicionales de consumo, reducir la dependencia de tecnologías e insumos externos con lo hecho en casa.