13/12/2025
🎭 Entérate; ¿cuánto le costó a Venezuela la fantasía romántica entre Delcy Rodríguez y Fernando Carrillo?
📌 A finales de los años 80, Abigaíl (1988–1989) convirtió a Fernando Carrillo en un ícono televisivo. En ese momento, Delcy Rodríguez tenía entre 19 y 20 años. La televisión no solo entretenía: fabricaba aspiraciones. El galán representaba estatus, validación y acceso a un mundo distinto.
🧠 No es un juicio moral. Es contexto.
Las fantasías culturales suelen anteceder al poder real.
📍 Años después, esa fantasía se cruza con la política. La relación entre Delcy Rodríguez y Fernando Carrillo se hizo pública en 2007. Para entonces, ella ya estaba integrada al poder. Él comenzaba un declive profesional marcado por la intermitencia y la falta de proyectos sostenidos.
🎬 El dato clave: Carrillo no actúa en ficción desde 2018. No hay una carrera activa que explique una presencia pública constante ni un estilo de vida propio de un vocero permanente.
🛢️ Delcy Rodríguez no es solo vicepresidenta. También ha ejercido control político sobre la industria petrolera y sobre la estructura que maneja la mayor caja del país: PDVSA. En un sistema opaco, esa caja ha sido utilizada durante años para propaganda y validación simbólica del poder.
📉 Aquí entra el cálculo editorial, no una acusación judicial.
Mantener una figura mediática alineada implica, de forma conservadora:
– viajes y estancias: 80.000 a 120.000 dólares al año
– logística personal y representación: 100.000 a 150.000 dólares al año
– producción de contenido político y manejo de imagen: 150.000 a 250.000 dólares al año
📊 Total anual estimado: entre 330.000 y 520.000 dólares.
📆 De 2007 a 2025 han pasado 19 años.
– escenario bajo: ≈ 6,27 millones de dólares
– escenario alto: ≈ 9,88 millones de dólares
📌 Entre seis y casi diez millones de dólares como costo país estimado para sostener una figura que no produce arte, no suma popularidad y que, según la percepción pública, genera rechazo.
📣 El problema no es solo la cifra.
Es la inutilidad política del gasto.
La defensa de Carrillo no reduce el rechazo al régimen; lo amplifica. No persuade, no convence, no suma.
📍 Cuando el poder se usa para sostener fantasías privadas y lealtades improductivas, el país paga dos veces: con dinero y con descrédito.
📌 Pero el precio real va más allá de los millones.
Se mide en un país con casi nueve millones de exiliados.
En una Venezuela convertida en plataforma del Cartel de los Soles, enlazado con las FARC, Hezbollah, Rusia, China y Cuba.
En la pérdida de la democracia, la destrucción de PDVSA como empresa nacional y su transformación en caja negra.
En un conflicto geopolítico innecesario y un país convertido en ficha de intereses ajenos.
Ese es el precio real.
No un romance.
Sino lo que ocurre cuando el poder se usa para vivir vidas que nunca se habrían vivido sin cargos, sin opacidad y sin control.
Ese es el verdadero costo de la fantasía romántica de Delcy Rodríguez.
Y lo sigue pagando Venezuela.