
08/04/2025
El correr acelerado de los días ha hecho que la palabra ansiedad esté muy presente en la vida de las personas en la sociedad actual.
Este ritmo de vida muchas veces no nos permite darnos cuenta de lo afortunados que somos al tener la maravillosa oportunidad de levantarnos cada día, respirar y poder tener esperanza de un día mejor.
A consecuencia de esa aceleración; en el paso de los días, muchas personas comenzamos a inquietarnos o preocuparnos de manera intensa; e inclusive llegamos a experimentar sentimientos de miedo frente a situaciones comunes de la vida diaria.
Pareciera que la vida va demasiado rápido; mientras que el cumplimiento de nuestros anhelos y sueños camina a pasos muy lentos; lo cual provoca un choque en nuestros sentidos, y este choque hace que surjan esa serie de sentimientos que nos roban la tranquilidad.
La ansiedad ha sido definida como exceso de futuro en nuestro hoy. Tenemos tantos pensamientos de futuro, que se nos olvida darnos cuenta que hay un presente que debemos vivir, aceptar y enfrentar.
Sí nos trasladamos por un momento a la poderosa palabra de Dios, podemos encontrarnos con dos importantes versículos; ellos son:
Proverbios 4:23 "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de el mana la vida".
1 Pedro 5:7 "Echando toda vuestra ansiedad sobre el, porque el tiene cuidado de vosotros".
Creo que en el primer versículo se nos revela la causa de nuestra ansiedad, y en el segundo se nos presenta una solución.