
09/08/2025
He sentido que “no me alcanza la vida”.
Entre la cocina, la ropa, mi emprendimiento, la casa, los hijos… pareciera que todo exige estar lista al mismo tiempo.
Me vi como esa imagen de una mamá con mil brazos, queriendo cumplir con todo y con todos. Y sí, muchas veces lo logramos, pero ¿a qué precio?
El verdadero reto no está en hacer más, sino en recordarnos que también somos humanas. Que podemos detenernos, respirar, pedir ayuda y reconocer que no tenemos que cargar con todo solas.
Porque detrás de cada tarea, de cada plato limpio o de cada llamada atendida, hay un corazón que también merece descanso, cuidado y amor.