08/11/2025
Punto básico: “aquellos días” = el marco inmediato del discurso
En Mateo 24, Jesús describe una serie de acontecimientos (falsos mesías, profanación del lugar santo, persecuciones) y habla de “la tribulación de aquellos días”. El contexto inmediato del capítulo apunta a la crisis que rodea la destrucción del Templo (la “tribulación” que experimentaría Judea), no a un evento cósmico remoto sin referencia histórica. En la clausura de esa primera sección (v.34) dice: “no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”, lo que sitúa buena parte del discurso en un horizonte histórico del siglo I.
Sobre el lenguaje “cósmico”
La imagen del sol, la luna y las estrellas oscureciéndose es idioma apocalíptico clásico. Los profetas hebreos usaron exactamente ese repertorio simbólico para significar la caída de poderes humanos o el juicio sobre reinos. Comparar textos muestra el patrón:
Isaías 13:10 / 34:4 — el sol y la luna oscurecen; las estrellas caen en el juicio sobre Babilonia.
Joel 2:31 (3:15 LXX) — “el sol se convertirá en tinieblas... el día del Señor es grande y terrible” (lenguaje que el NT reutiliza).
Ezequiel 32:7–8 — “cuando yo haga caer la luz, las estrellas también se oscurecerán” (juicio contra naciones).
En estos y otros pasajes la imaginería cósmica funciona metafóricamente: describe la descomposición del orden establecido (político, religioso), no el cese literal de los fenómenos astronómicos.
“Las estrellas que caen” y “las potencias de los cielos”: lectura simbólica
“Las estrellas caerán” (οἱ ἀστέρες πεσοῦνται): en la literatura apocalíptica, “estrellas” suelen representar gobernantes, autoridades o poderes menores. Su caída indica pérdida de estatus y autoridad.
“Las potencias de los cielos serán sacudidas” (αἱ δυνάμεις τῶν οὐρανῶν σαλευθήσονται): la expresión alude al colapso del orden celestial-religioso que sostenta el antiguo sistema; es lenguaje para la conmoción del “cielo” como símbolo de instituciones y autoridad.
Evidencia histórica: ¿qué ocurrió en el siglo I?
La destrucción de Jerusalén y del Templo por los romanos (70 d.C.) implicó:
El fin efectivo del sistema sacrificial centrado en el Templo.
La caída del liderazgo sacerdotal y de muchas estructuras sociales vinculadas al Templo.
Un quiebre civil-religioso que los primeros oyentes percibieron como cumplimiento de juicios proféticos.
Autores contemporáneos (por ejemplo, Flavio Josefo) documentan el asedio y la ruina de Jerusalén: para la comunidad cristiana primitiva esos sucesos eran una interpretación del “juicio señalado” y se leían con la lente profética (Mt 24 se entiende en ese marco).
¿Por qué la lectura literalista falla?
Hermenéutica: leer imágenes apocalípticas como reportes astronómicos ignora el uso metafórico y el género literario (profecía / apocalíptica).
Coherencia interna: Mateo sitúa el v.29 “inmediatamente después de la tribulación de aquellos días” —es decir, el signo cósmico sigue a la tribulación referida—; la explicación más simple es que el signo describe el resultado histórico: el derrumbe del viejo orden.
Pruebas textuales: los paralelos del AT muestran que tal vocabulario se emplea metafóricamente para la caída de ciudades/reinos.
¿Entonces no hay dimensión escatológica?
No se niega que el lenguaje pueda proyectarse teológicamente: la recurrencia apocalíptica hace que estos símbolos puedan volver a aplicarse en otros momentos de juicio o transformación. Pero la lectura responsable distingue referencia primaria (cumplida en el juicio sobre Jerusalén) de aplicación tipológica o teológica posterior (patrón de cómo Dios actúa contra sistemas opresores). Es decir: Mateo 24:29 tiene un cumplimiento histórico inmediato y también un valor paradigmático para hablar de “revelaciones” o “conmociones” a gran escala.
Argumentos a modo de resumen (pruebas textuales y hermenéuticas)
Argumento lingüístico: el vocabulario es el vocabulario de los profetas (Isaías, Joel, Ezequiel) donde es metafórico.
Argumento contextual: el versículo está integrado en un discurso sobre la destrucción del Templo; “aquellos días” remite a ese contexto.
Argumento histórico: el colapso del sistema sacerdotal en 70 d.C. encaja con la metáfora del “sol que pierde su brillo” (la autoridad del Templo).
Argumento de coherencia narrativa: Mateo organiza el discurso en dos niveles (juicio histórico inmediato / manifestación final), y v.29 pertenece al primero en su referencia primaria.
Implicaciones interpretativas prácticas
Evitar lecturas que conviertan el versículo en pronóstico científico de catástrofes celestes.
Leer Mateo 24 poniendo el acento en género literario y contexto: es profecía-apocalíptica con un cumplimiento histórico.
Usar el pasaje para entender cómo el NT reinterpretó los juicios proféticos del AT y cómo la comunidad cristiana leyó su historia a la luz de esas expectativas.
Pasajes para comprobación y consulta rápida
Isaías 13:10; 34:4
Joel 2:31 (3:15 LXX)
Ezequiel 32:7–8
Mateo 24:1–34 (especialmente vv.15–34)
Marcos 13:24–27 y Lucas 21:25–28 (paralelos sinópticos)
Flavio Josefo, Guerra de los Judíos (relato del asedio de Jerusalén, 70 d.C.)
Conclusión
Mateo 24:29 usa lenguaje apocalíptico clásico para describir la conmoción y el colapso del viejo orden religioso y político —el que giraba alrededor del Templo— durante la tribulación de “aquellos días” (siglo I). Las imágenes del sol que se oscurece y las estrellas que caen son metáforas proféticas heredadas de Isaías, Joel y Ezequiel; no son descripciones astronómicas literales. Leer el versículo fuera de su contexto histórico-literario conduce a interpretaciones excesivamente futuristas que desaprovechan la intención del texto y su función en la comunidad primitiva.