07/05/2025
Antes de conquistar estadios, Diogo Jota dominaba los controles. Se consideraba gamer antes que futbolista, y durante la pandemia logró lo impensado: alcanzar el puesto número 1 en el ranking mundial de FUT Champions en FIFA 21.
Aunque solía competir en torneos profesionales del videojuego, muchas veces tenía que abandonar las fases finales por sus compromisos con el Liverpool. Aun así, su pasión por los videojuegos era tan fuerte que su celebración característica era imaginarse con un control invisible entre las manos, como recordando sus raíces gamer cada vez que marcaba un gol.
Hoy, esa dualidad entre el fútbol y el gaming se ha vuelto símbolo. En su altar, muchos jugadores no han dejado flores… sino controles, en honor al gamer que conquistó la cancha.
Y en un gesto que tocó a todos, Ousmane Dembélé celebró el segundo gol del PSG levantando las manos como si sujetara un mando invisible, un homenaje directo a Jota —el jugador que no solo dejaba huella en el césped, sino también en el corazón de una comunidad gamer entera. 🎮❤️